Por Hediberto Francisco Pichardo Santos.MA
Nagua Rep. Dom, Martes 26 de Mayo 2015.
Muchos años antes de
la llegada de Cristóbal Colon al continente conocido hoy con el nombre de América,
varias corrientes migratorias provenientes de Asia, según Alex Hrdlcicka y Paul
Rivet, se dispersaron por el segundo
continente en tamaño.
En cada región
coexistieron una diversidad de pueblos amerindios, unos con grandes adelantos y
que podríamos situar dentro del periodo neolítico y otros, la gran mayoría de ellos,
en el paleolítico.
Como es vital para
todo grupo humano educar a las futuras generaciones, la educación se convierte
en un encargo de la sociedad y esta delega en aquellas personas que entienden reúnan
las condiciones necesarias para ser transmisores de los avances culturales,
tradiciones y costumbres, tal misión.
Los pueblos
precolombinos de América, es decir, aquellos que poblaron el llamado nuevo
mundo, antes de la llegada y posterior conquista de los europeos, poseían su
sistema educativo.
Nos referiremos en
esta oportunidad a describir la educación de las tres culturas mas
avanzadas de la América indígena: los
mayas, aztecas e incas, pertenecientes todos ellos al periodo pos-clásico, el de
mayor avance y progreso en la historia de los pueblos primitivos de América.
Iniciemos con los Mayas,
quienes fueron considerados como los más científicos de los pueblos indígenas.
Su educación presentaba las siguientes características:
1ero Perseguía
desarrollar paralelamente el adelanto de los instrumentos de producción y
afianzar el espíritu religioso.
2do Era de carácter mimético
y tradicional. Lo que se entiende se basaba en la imitación y en la enseñanza
de las costumbres y tradiciones antiguas.
3ero Las actividades
y destrezas se referían al cultivo del maíz y a las labores del hogar.
4to Existían
diferencias entre la educación del hombre y de la mujer.
5to Había una
educación para las clases dominantes, muy diferente de la que se practicaba en
el resto del pueblo.
Otro aspecto
importante, era que al igual que las civilizaciones antiguas de África y
Europa, los sacerdotes eran los grandes maestros.
Como el pueblo Maya
era muy religioso, el sacerdote, jugaba un papel de primer orden, en el sentido
de que era el quien por medio de consulta con el horóscopo, le ponía nombre al
niño o a la niña y le fijaba su futuro y sus labores.
En el caso de los
varones, estos jugaban en su infancia hasta los 9 años, de esa edad hasta los
12 años ayudaban a sus padres en las labores del campo. A los 12 años eran bautizados,
abandonaban el hogar e ingresaban a establecimientos educativos o internados.
Los hijos de los
nobles recibían una educación, que contemplaba liturgia, astrología, escritura,
cálculo y genealogía. En cambio, los hijos de clase media tenían un currículo
que comprendía la educación de la práctica militar.
Las niñas mayas
disfrutaban de una educación muy diferente a la de los varones, pues estas,
eran educadas por sus madres, quienes le enseñaban labores domesticas, como
atender a la casa y prepararla para cuando asumieran la misión de esposa.
Poseían los mayas su
propio sistema de escritura que era una combinación de símbolos fonéticos e
ideogramas. Fueron capaces de elaborar dos libros: el Chilam Balam y el Popol Vuh,
que recogen su historia y tradiciones.
El alto grado de desarrollo de su
cultura se percibe por el avance de las ciencias y las artes.
Lograron gran avance en la astronomía,
matemáticas, cronología y escritura jeroglífica. Universalmente famoso el
calendario maya, que revela el alto grado de conocimiento sobre el movimiento
de los cuerpos celestes. Los signos empleados por las mayas, revelan que vivían
en la etapa ideográfica de la escritura.
No hay testimonio de
que haya existido entre los mayas un sistema educativo. Sin embargo, su
desarrollo científico y artístico nos hace suponer que tenía que existir una
función conservadora e incrementadora de la cultura, y que esta función estaba
sin duda en manos de la clase dominante y de manera particular en los
sacerdotes.
La educación
entonces, hasta donde sabemos, tenía carácter sistemático, es decir que no
obedecía a una planificación regida y supervisada por la clase dominante.
Ya hemos dicho que
entre las atribuciones de los sacerdotes estaba la observación de los astros y
el cálculo del tiempo, de manera que era este grupo social el encargado de
custodiar los bienes de la cultura y llevar a cabo las investigaciones de
carácter científico. Para llevar este cometido a lo largo del tiempo, tendría
que preparar convenientemente a sus descendientes, con el objeto de que
pudieran sustituirlos al ser necesarios.
Ya habíamos señalado
que en los pueblos de la antigüedad, los miembros de las clases privilegiadas
recibían una educación de mucha mejor calidad que la del resto del pueblo, pues
estaban destinados a ocupar funciones de relevancia y continuar con el sistema
de dominio establecido y la educación cumple a cabalidad esta función.
En cuanto a los
grandes sectores del pueblo maya, solamente recibían la educación que se daba
dentro del hogar, la cual comprendía la preparación para el trabajo, la
habitualidad y adiestramiento tradicional, la instrucción sobre ritos
religiosos y las normas de respeto y cortesía.
Las madres eran
sumamente cariñosas con sus hijos, les hablaban en lenguaje infantil y muy
remotamente les aplicaban castigos físicos.
Especiales
características revestía entre los mayas la educación estética y la educación
femenina.
En la educación de la
mujer; la discriminación exagerada y la vergüenza hacia el varón era algo que
tenían que aprender.
La
educación maya es endógena, formativa, práctica y humana, fortalece los valores
éticos y morales, así como los vínculos entre el ser humano y la naturaleza y
el ser humano con el ser superior.
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