Por:el Dr. Edwin Guzman.
Nagua, María Trinidad Sanchez, Lunes 07 de Septiembre 2015.
-Nagua tiene apenas 77 años de ser municipio, le han sucedido 20 alcaldes o síndicos (todos hombres), ayuntamientos que han administrado miles de millones de pesos y una población que en las últimas elecciones acudió masivamente a las urnas tiene que conformarse con que recojan la basura, distribuyan algunas obras en los barrios, arreglen algunos caminos vecinales y se celebren Fiestas Patronales, los nagüeros decimos que son “las mejores del país”.
Sin excepción alguna, con menor o mayor severidad, todas las gestiones municipales desde la presente hasta las que precedieron han sufrido del virus “Chivo sin Ley” con relaciones conflictivas con la propia Ley de Organización Municipal y poco cooperantes entre Alcalde y Regidores. Vale decir también, que la ciudadanía tiene unas expectativas de los alcaldes, que los sueña como resolvedores de problemas individuales más que imaginarlos como gestores de políticas públicas y de obras de bien colectivo. ¿Puede un Síndico o Alcalde ser percibido como bueno, si no ayuda a sacar de la cárcel al muchacho, paga la receta médica de la vecina del regidor, compra azúcar y café para el funeral, o se inventa un trabajo para que un compañerito reciba un salario “botella”? Todo parece que no.¿Puede un alcalde ser percibido como bueno, si se rige por las leyes de la organización municipal, la ley de presupuesto participativo, juega su rol de moderar o liderar la Sala Capitular sin manipularla y administra los fondos públicos con honestidad y transparencia total? Está por verse.
Ninguno de los partidos políticos de forma aislada tiene los votos suficientes para ganar la contienda municipal del 2016 que asegure Alcalde o Alcaldesa, mayoría de regidores y luego establecer un programa de gobierno integral, más acorde a los anhelos de la gente de Nagua. El secreto está en las alianzas y la capacidad de hacer acuerdos.
Nuestros mejores hombres y mujeres de la política local, uno los conoce, se encuentran dispersos entre partidos y movimientos, algunos todavía tímidos entre la sociedad civil y organizaciones comunitarias o religiosas.
Gestiones Municipales mejores son posibles, con lo mejor de lo mejor. Dejando atrás modelos de alcaldes y regidores que no han aportado crecimiento al municipio. Con una alianza fuerte de partidos, movimientos y líderes comunitarios, con verdadera vocación de poder y capacidad para superar la resaca de estos 77 años.
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